Las inyecciones oculares de fármacos antiangiogéncios son el tratamiento de elección para la DMAE húmeda.
El tratamiento está indicado en casos de DMAE húmeda activa (hay que recordar que en la otra forma de DMAE, la DMAE seca, no está indicado este tratamiento).
Un examen oftalmológico completo que incluya un fondo de ojo es indispensable. Actualmente se realiza casi siempre una tomografía de coherencia óptica y en algunas ocasiones se realiza angiografía fluorescencia.
La inyección en sí es un procedimiento corto. Se puede realizar en quirófano o en consulta pero siempre bajo unas condiciones mínimas de asepsia. Se realiza con anestesia tópica (gotas) y generalmente no produce molestias.
Antes de realizar la inyección, se realiza una desinfección del ojo y de los párpados. Posteriormente a la inyección, se deben instilar gotas de antibiótico en el ojo intervenido durante unos días.
Como cada intervención, el mayor riesgo es la infección del ojo. De todas formas, si se realiza una correcta profilaxis, el riesgo es mínimo (mucho menor que tras una cirugía de cataratas, por ejemplo).