Es un tratamiento que consiste en la aplicación de una placa de radioterapia en el ojo que emite una radiación que atrofia el tumor y a su vez evita que crezca.
Habitualmente, se aplica en tumores malignos:
También se puede aplicar en tumores benignos como hemangiomas capilares retinianos y cavernosos de la coroides.
El cirujano opera a través de la conjuntiva y localiza el área en la que se encuentra el tumor para poder calcular el tipo de placa de radioterapia que hay que introducir en el ojo. Tras ello, se coloca una placa de radioterapia entre la conjuntiva y la esclerótica.
Es un procedimiento quirúrgico que se realiza mediante cirugía ambulatoria. La placa de radioterapia se mantiene algunos días en el ojo del paciente hasta conseguir que las células tumorales se atrofien. Para tratar los tumores de mayor tamaño, se suele utilizar una placa de radioterapia con yodo en ese caso, será necesario que el paciente sea ingresado aislado en una clínica hasta que se retire la placa. Si el tumor es pequeño, se aplica la radioterapia con placa de rutenio. Además, tras la intervención el cirujano suele recomendar un tratamiento con colirios y/o pomada. Algunos días después de la intervención, se cita al paciente para una revisión. Si el tumor se ha atrofiado, se cita de nuevo al paciente para extraer la placa en quirófano.