En primavera y verano las alergias oculares estacionales afectan más a los ojos porque es época de polinización. La conjuntivitis alérgica estacional, asociada fundamentalmente al polen, es la forma más prevalente de alergia ocular y su síntoma principal es el picor, además de enrojecimiento, lagrimeo, párpados hinchados y sensación de quemazón o de cuerpo extraño.
Otra alergia ocular estacional que debemos tener en cuenta es la queratoconjuntivitis vernal, típica de los niños y que también suele manifestarse sobre todo en primavera y en verano. En este caso, el cuadro clínico que conlleva es de mayor gravedad ya que, aparte del picor, la visión puede verse amenazada debido a las lesiones que producen en la córnea.