Es una sustancia que paraliza o disminuye la función del músculo sobre el que se aplica. Con esta técnica se relajan temporalmente los músculos faciales, previniendo la formación de arrugas y suavizando las existentes, hasta ser casi inapreciables.
¿En qué casos se realiza?
Se utiliza para corregir arrugas dinámicas o de expresión. Se aplica principalmente en la mitad superior del rostro, siendo el entrecejo y patas de gallo las zonas más habituales.
¿Por qué es importante que sea un oftalmólogo el que realice este tratamiento? Dr. Medel - Departamento de Oculoplástica y Departamento de Estética y Rejuvenecimiento Oculofacial de IMO
Exámenes previos
Examen oftalmológico completo y examen de la zona palpebral y periocular
Se toman fotografías para valorar el estado del paciente antes y después del tratamiento
Durante el tratamiento
Este tratamiento se realiza habitualmente en consulta, aunque algunos casos pueden requerir realizar el tratamiento en quirófano
El especialista en estética oculofacial aplica una pomada anestésica antes del tratamiento para evitar posibles molestias en el paciente
La toxina botulínica se inyecta en pequeñas cantidades en los músculos del rostro hasta conseguir el resultado deseado
Tras el tratamiento
El paciente no puede acostarse hasta pasadas 4 horas y durante las primeras 24h no puede hacer ejercicio, ni tomar rayos UVA, baños de sauna o realizarse masajes faciales
Los resultados definitivos pueden apreciarse 4 días después y los efectos duran entre 5 y 6 meses, desapareciendo de forma progresiva