Es una sofisticada técnica quirúrgica, importada de Estados Unidos e introducida en Europa por los especialistas de la Clínica Marina, que permite la elevación del pómulo a través de la conjuntiva (por la parte interior del párpado) sin incisiones visibles.
Esta cirugía se utiliza para corregir retracciones moderadas y severas del párpado inferior, ya sean causadas por la edad, problemas congénitos o cicatrices, como las secundarias a una blefaroplastia inferior realizada por vía transcutánea (a través de la piel).
Además, el lifting mediofacial transconjuntival también se relaciona con los pómulos hundidos y se aplica en pacientes con parálisis facial.
El procedimiento se realiza bajo anestesia local y sedación. El hecho de trabajar cerca de estructuras oculares nerviosas delicadas conlleva posibles complicaciones si la cirugía no es realizada por manos expertas. Por ello, el cirujano oculoplástico es el único especialista indicado que actualmente lleva a cabo esta intervención.
Muchos cirujanos plásticos corrigen la retracción del párpado inferior a través de la piel, mientras que en la Clínica Marina, al hacerlo por el método transconjuntival, es decir, desde el interior ojo, se evitan incisiones que dejan cicatriz, con un porcentaje de éxito del 100%.
Los primeros resultados se pueden apreciar una semana después de la cirugía y los resultados definitivos, al cabo de un mes.