Es la extracción quirúrgica de tumores de la conjuntiva, generando la menor cicatriz posible y buscando la extracción total de la lesión. En el caso de que el tumor sea maligno, éste debe ser enviado a estudio anatomopatológico (biopsia).
La cirugía está indicada en todos los casos de tumor maligno. En casos en que la lesión no puede ser removida completamente, una vez que la biopsia confirma el diagnóstico, se debe definir terapia coadyuvante (quimioterapia, radioterapia).
Si el tumor es benigno, la cirugía está indicada en casos en que implique un riesgo para la visión. En otros casos, se puede observar y seguir clínicamente.
Se debe realizar un examen oftalmológico completo. Es indispensable un TAC y/o una resonancia orbitaria. Según el tipo de tumor sospechado se requieren, en algunos casos, exámenes de apoyo diagnóstico y valoraciones oncológicas sistémicas.
Es importante no tomar anticoagulantes o aspirina antes de la cirugía. El procedimiento se realiza bajo anestesia local y con sedación.
En algunos casos, la extracción total del tumor maligno no es posible y se debe recurrir a terapias coadyuvantes. Se deben hacer seguimientos periódicos a largo plazo para descartar recidivas y metástasis.